el Contribuyente

¿Qué es una burbuja financiera?

El término es ya prácticamente parte de la cultura popular. Pero, ¿de qué se trata realmente?

 

La temida crisis financiera de 2008 fue causada por el estallido de la burbuja del mercado inmobiliario de Estados Unidos. Más recientemente incluso se habló del estallido de otra al depreciarse las acciones de Nintendo, cuando se calmaron las turbulentas olas causadas por la salida al mercado de Pokémon Go. Se trata de un término generalizado que vale la pena explicar.

Generalmente podemos decir que una burbuja financiera es un fenómeno que ocurre cuando los inversionistas demandan mucho un activo, inflando artificialmente su precio, al punto de sobrepasar su valor real. Eventualmente, tras el optimismo inicial, el mercado se torna pesimista, incrementando rápidamente su venta y depreciación, lo que lleva a que los inversionistas que no hayan vendido sus activos en este momento no sólo no ganen dinero, sino que ni siquiera podrían llegar a venderlos al precio en que los compraron.

Analicemos el fenómeno por etapas:

1.     Sigilo

Durante esta fase, sólo unas cuantas personas con acceso a información privilegiada saben que hay grandes posibilidades de crecimiento en tales o cuales inversiones. Aunque no hay un crecimiento desmedido, sí lo hay constante.

2.             “Percatamiento

En esta etapa, hay una mayor propagación de información. Los inversores institucionales ya se habrán dado cuenta de que hay una tendencia al alza en el precio del activo, por lo que empieza a haber una inversión mayor y, por lo mismo, una apreciación del activo. El clásico “no se lo digas a nadie”.

3.             Manía

Ahora no sólo los inversores profesionales saben del tema, es algo conocido por prácticamente todo el mundo: se hablará de ello en los noticiarios y hasta será un tema de sobremesa. Es en este punto cuando se dan las historias dramáticas de cabezas de familia que, momentos antes del estallido, invierten todos sus ahorros. Simultáneamente, los inversionistas más avispados aprovecharán esta frenética alza en los precios –y la demanda– para vender sus propios activos.

4.             Estallido

Gracias a algún detonante que cambie la percepción del mercado, comienza a reinar el miedo y los inversionistas harán lo posible por vender sus activos; la demanda baja, la oferta crece, los precios se desploman. Los incautos que compraron activos durante la manía, con toda probabilidad tendrán pérdidas importantes. Adiós casa en Acapulco…

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