Las actividades conocidas como ilegítimas, gastan dos de los recursos más importantes de cualquier trabajador: su tiempo y su energía.
Las tareas ilegítimas son las actividades realizadas durante la jornada laboral que son innecesarias, redundantes o se salen de lo que implícita o explícitamente se había acordado entre el trabajador y su patrón. Se trata de situaciones como si un ejecutivo, a punto de exponer un análisis de costos, tuviera que retrasar su exposición para servir café a los asistentes; o como si un médico tuviera que cambiar el foco de su consultorio para empezar a dar consulta. Este tipo de actividades gastan dos de los recursos más importantes de cualquier trabajador: su tiempo y su energía. Por lo que los tendrá en menor cantidad al momento de realizar las actividades verdaderamente importantes. Además, y por si fuera poco, se ha mostrado que asignar tareas ilegítimas a un trabajador puede llegar a hacerlo sentirse agraviado personalmente e, incluso, tener efectos negativos en su salud, pues está asociado al agotamiento, la depresión ligada al trabajo, conflictos entre la vida personal y el trabajo, mala calidad de sueño y baja autoestima, entre otros.
Pero, ¿cómo evitarlo? A continuación te presentamos una lista de consejos dados en la Harvard Business Review por Monique Valcour, una reconocida consultora empresarial de Estados Unidos.
1. Junto con tu equipo de trabajo, analiza periódicamente las tareas realizadas, evalúa qué tan útiles son en realidad y cuánto tiempo consumen. Pregúntales qué tareas son un obstáculo para su desempeño.
2. Trabaja junto con tu gente para encontrar maneras de reducir, sustituir o eliminar las tareas ilegítimas.
3. Es posible que la estructura misma de tu empresa promueva este tipo de tareas. Quizás los procesos para conseguir recursos no son del todo claros y por ello pones a gente de tu equipo a realizar tareas que no le corresponden. Esfuérzate en conseguir los recursos que necesitas.
4. Cuando contrates nuevos trabajadores, sé lo más claro posible respecto a las tareas que se van a realizar, sobre lo que se espera de ellos, incluso sobre las actividades que no estén estipuladas en el contrato. Si esperas que quien ocupe la vacante tenga que recoger a tus hijos de la escuela de vez en cuando, sé honesto al respecto. De lo contrario, tu empleado podría sentirse engañado. Y con justificada razón.