Actualmente, México es el cuarto productor mundial de productos orgánicos, con un crecimiento del 35% anual sostenido a lo largo de diez años.
Como ha pasado con muchas otras tendencias, los productos orgánicos empezaron como una moda que con el paso del tiempo, y conforme creció
su aceptación, pasó a ser un estilo de vida. Cada vez más gente busca tener un papel activo y vigilante respecto a lo que se lleva a la boca, por lo que
incluso están dispuestos a pagar más.
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), México es el cuarto productor mundial de productos orgánicos, con 2.3 millones de productores y 169 mil hectáreas trabajadas. En términos de superficie sembrada, México ha crecido a un ritmo de 35% anual durante los últimos diez años.
Con frecuencia se asocia los productos orgánicos a la compra y venta de insumos para la elaboración de productos alimenticios, pero la realidad es que las posibilidades del mercado de productos orgánicos van mucho más allá. En la actualidad también se comercializan artículos de cuidado personal como champús, productos de belleza y jabones.
Hay que tomar en consideración que en la actualidad el mercado interno es pequeño, la mayoría de los productos son destinados a la exportación. Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2015 las exportaciones ascendieron a 136 millones de dólares y hasta abril de 2016 hubo ventas estimadas en 49 millones de dólares. En resumen, un área de negocio al que hay voltear la mirada como inversionista y del que te platicaremos en una próxima entrega.