La nueva película de Ben Affleck nos invita a pensar bajo qué circunstancias lo necesitaríamos en México.
¿Un contador público como héroe de acción? Debemos aceptar que es una idea original. The Accountant, dirigida por Gavin O'Connor, es un thriller en el que Ben Affleck es un contador público –y genio autista de las matemáticas– que se dedica a “lavar” los libros contables de organizaciones criminales. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anda tras sus talones, por lo que en su intento por atraparlo, le encomiendan que audite una compañía que fabrica robots de última generación…
No contaremos más del filme que ya puede verse en las salas de cine de México, pero la trama irremediablemente nos hace pensar en nuestro país, el lavado de dinero y las empresas fantasma (léase Javier Duarte, por ejemplo). Nos remite al reciente informe sobre los funcionarios del SAT que han usurpado identidades, pero también a buenas noticias, a como los estímulos fiscales permitirán la creación de más empleos formales.
Lo cierto es que a más de una empresa o persona física le gustaría contar con los servicios –y genio financiero– de El Contador. Aquí algunos escenarios:
1 Cuando llega una notificación de auditoría en línea.
2 Para realizar la declaración anual… en 5 segundos.
3 Como administrador de la nómina.
4 Para descifrar día a día las reformas publicadas en el Diario Oficial.
5 Como detector de empresas fantasma en México.