Keith Cameron Smith plantea una guía para jugar el rol adecuado en el mundo laboral.
La diferencia número uno de 10 que el autor Keith Cameron Smith plantea hay entre un emprendedor y un empleado es que el primero se educa más de lo que se entretiene y el segundo se entretiene más de lo que se educa.
Así, bajo las interrogantes de qué clase de empleados necesita un empresario o cómo un trabajador puede convertirse en un emprendedor, Cameron Smith desarrolla en su reciente libro "Las 10 diferencias entre empleados y emprendedores", editado por Aguilar, una serie de reflexiones y aprendizajes para mejorar el rol de ambos sujetos en una compañía.
El empresario estadounidense muestra que en la mentalidad del colaborador radica la diferencia entre quienes tratan de ser sólo empleados y quienes quieren ser emprendedores.
Aquellos trabajadores que buscan dinero, no ven el valor que pueden conseguir de otras cosas como el aprendizaje, señala el autor, y observa que el emprendedor ve más allá del dinero, pues éste no es el primordial objetivo a cumplir. El emprendedor ve en la organización oportunidades, lecciones, relaciones laborales, entre otras cosas y las convierte en algo valioso que le retribuya en un futuro. El empleado trabaja únicamente por una paga y no le interesa aprender.
Un emprendedor, continúa Cameron Smith, trata de aprender aunque sea un poco de muchas cosas, mientras que el empleado se limita a saber mucho solamente de pocas cosas. Ello, según el autor significa que el empleado se mantiene aprendiendo dentro de lo que se siente más cómodo y que le resulta inmediato, mientras que el emprendedor trata de conocer sobre muchas cosas con el fin de diversificar su conocimiento que le puede ser útil en algún otro momento.
Para ser un emprendedor es necesario ser capaz de ser crítico pero también aceptar una opinión, mientras que los empleados no buscan crítica ni que se les diga cómo mejorar su trabajo, se mantienen en una zona de confort.
El emprendedor sabe que los errores sirven para mejorar y ayudan a lograr los mejores resultados en futuros proyectos, pero un empleado le ve como algo negativo y no aprende de este accidente, lo mantiene en el pasado y no obtiene ningún conocimiento de ello.
El temor es otro gran diferenciador, pues quien teme no propondrá modificaciones o compartirá opiniones pues el miedo a equivocarse los detendrá, mientras que los que se guían por el emprendimiento propondrán pues incluso si se equivocan sacarán el mejor provecho de la situación.
Si eres un ejecutivo que necesita identificar y motivar a los emprendedores en su organización, este libro será una gran guía. Y si eres un empleado que busca emprender, con este texto podrás ponerte a prueba.