La cobertura en el país está teniendo una elevada dependencia a políticas no contributivas.
En México, siete de cada 10 personas de 65 años y más cuentan con algún beneficio pensionario, pero sólo tres de cada 10 lo recibe por parte de alguna institución de seguridad social, informa la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
De acuerdo con el primer Documento de Trabajo que el órgano regulador pone a disposición de los mexicanos para ampliar el debate sobre el sistema de pensiones.
“Si bien 7 de cada 10 personas de 65 años y más cuentan con algún beneficio pensionario, sólo tres de cada 10 lo recibe por parte de alguna institución de seguridad social. Esto indica que la cobertura pensionaria en México está teniendo una elevada dependencia a políticas no contributivas, lo que pudiera llegar a representar un riesgo a las finanzas públicas”, cita la comisión en el documento.
Y agrega que “dicha dependencia se relaciona con los elevados niveles de informalidad, lo que pone en una situación de vulnerabilidad a millones mexicanos, quienes tendrán dificultades para reunir los requisitos de ley para alcanzar el derecho a una pensión”.
El documento además explica que la experiencia internacional muestra que aunque existen diversos mecanismos para elevar la cobertura, ninguno por sí sólo resolverá la problemática de bajas coberturas en entornos de alta informalidad.
Por ello, es necesario diseñar un sistema de pensiones que abarque componentes contributivos y no contributivos integrados entre sí, con incentivos para la formalización y la participación voluntaria.
La Consar aclara que los esquemas de pensiones no reformados de estados y universidades representan un riesgo para las finanzas estatales y federales, por lo que se requieren reformas para establecer criterios homogéneos que permitan transitar gradualmente a un sólo sistema de carácter nacional que permita la portabilidad y elevar la cobertura.
Por ello, resalta la importancia de abrir un dialogo entre todos los sectores políticos, económicos y sociales involucrados para avanzar en la integración de nuestro sistema nacional de pensiones.
El informe también establece que la reducción en la tasa de natalidad y el incremento en la esperanza de vida durante las últimas décadas generaron presión financiera sobre los trabajadores en activo y el Estado para el pago de las pensiones.
Lo anterior, anota, llevó diversos países a reformar sus sistemas de seguridad social, principalmente transitando de sistemas de reparto y beneficio definido hacia sistemas de capitalización y contribución definida.