Analistas ya ven preocupación en el aumento de precios, el mayor registrado desde 2012.
La primera quincena de julio, la inflación, medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INP), subió a su mayor ritmo registrado desde 2012, de acuerdo con el reporte que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El aumento, de 0.28%, se debió principalmente a los aumentos en la gasolina, las tarifas eléctricas y los servicios turísticos.
A tasa anual, los precios subieron 2.72%, por arriba del 2.53% del mes pasado. La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles como los agropecuarios, tuvo un aumento de 0.11% quincenal y de 2.99% anual.
El alza ya comenzó a preocupar a los especialistas, debido a que puede provocar un aumento de “segundo orden”, es decir que los comerciantes suban sus precios porque esperan que la inflación se eleve, provocando un círculo vicioso.
“Banxico (Banco de México) había recalcado que la depreciación de la moneda no ha afectado a la inflación de servicios, lo que mencionan como que no ha habido efectos de segundo orden, pero la evidencia está ahí que ya está sucediendo dicho impacto en servicios”, explicó Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado de Finamex.
Por el miedo a que la depreciación del peso frente al dólar, que ha sido de 15% en el último año, provocara un mayor aumento de precios, Banxico subió su tasa de interés de referencia en 50 puntos base a finales de junio.
Los precios que mayor aumento tuvieron fueron el transporte eléctrico que subió 25%, por el fin de la gratuidad durante el programa Hoy No Circula Ampliado en la Ciudad de México, el aguacate 6.9%, servicios turísticos 6.6%, transporte aéreo 5.22%, la gasolina de alto octanaje 2.77% y las tarifas eléctricas 1.32%.
Mientras los precios que tuvieron una disminución fueron el Chayote 11.83%, el limón y la uva, 8.44% cada uno, el tomate verde 6.9% y las salchichas 4%.