Arturo Oropeza, investigador de la UNAM, dice que no se puede pedir que las empresas productivas del Estado compitan con empresas privadas con las cargas públicas que les impusieron con la reforma energética, porque se les está condenando a fracasar o ser derrotadas.
A las industrias del petróleo y la electricidad del país deberían de fortalecerlas si quieren que compitan con empresas privadas trasnacionales, propuso Arturo Oropeza, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Al participar en el seminario y presentación de libro Reforma energética y desarrollo industrial, el académico dijo que el problema es que el gobierno quiere que compitan como privadas, pero que entreguen subsidios.
Oropeza García señaló que para competir con las transnacionales tendrían que ser empresas con facultades y potenciales privados.
Porque, agregó, no podemos exigir a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) las cargas públicas que estamos imponiendo con la reforma y pedir que compitan con grandes transnacionales.
En su participación, José Pablo Rinkenbach, director general de AINDA Consultores, destacó la importancia de analizar el régimen fiscal de Pemex.
"Lo utilizan para fondear al gobierno, pero sólo hablamos de la reforma energética y no del cambio en el régimen fiscal", expuso.
Pemex, recordó, tenía un límite de recuperación de costos del 60% y actualmente sólo es del 12.5%. "Entonces no sólo le quito recursos, sino que además tiene cinco veces menos oportunidades de poder recuperar el costo", detalló.
Moderar las expectativas del gobierno
Rinkenbach Lizárraga considera que lo que se anunció con la reforma energética sí se va a cumplir, pero no en esta administración ni con los tiempos que plantea el gobierno federal.
Por eso, planteó la necesidad de moderar las expectativas de tiempos que tiene el gobierno. Lo que me preocupa, externó, es que muchas decisiones de política pública han estado sustentadas en promesas falsas de tiempos de cumplimiento.
El especialista explicó que los proyectos petroleros no toman tres años en consumarse, toman ocho o 10 años, y no pueden estar tomando decisiones de endeudamiento cuando tienes un diferimiento de por lo menos una administración en el camino.
Además, indicó que hace falta fortalecer las cadenas productivas: contamos con varias empresas, no están especializadas, el tipo de cimiento en México se está volviendo cada vez más complejo, cada vez más maduro y requerimos empresas mucho más integradas verticalmente que sean proveedoras de soluciones y no de un artículos.
"Entonces las empresas o el gobierno tiene que tomar una política que impulse la integración de cadenas productivas o vamos a estar en un serio problema", advirtió.