Gracias a las remesas, el crecimiento del país será este año de 2.6%, afirmó Banco Base; de ganar Trump las elecciones en EU, México podría entrar en recesión, dice el organismo.
El consumo se mantendrá como el gran impulsor de la actividad económica en México, debido al flujo de remesas, la cual impulsará el crecimiento a una tasa de 2.6 por ciento este año, destacó Banco Base.
La directora de Análisis Económico y Financiero de la institución, Gabriela Siller Pagaza, expuso que el consumo interno representa 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y su tendencia positiva seguirá apoyando al crecimiento económico.
Explicó que el incremento de las remesas, cuyo monto se multiplica al convertirlos en pesos ante la depreciación del tipo de cambio, elevará aún más el consumo, el cual “este año va a ser el gran impulsor de la economía mexicana”.
Ante ello, Banco Base estima un crecimiento económico de 2.6 por ciento en 2016, nivel superior al previsto por el consenso de analistas y organismos internacionales, y también sería mayor al registrado en los últimos tres años.
La institución financiera prevé una inflación para este año entre 3.2 y 3.7 por ciento, un tipo de cambio entre 17 y 18.5 pesos por dólar; la tasa de interés de referencia entre 4.25 y 4.75 por ciento, y un precio del petróleo entre 30 y 40 dólares por barril.
Consideró que el peor escenario para la economía de México y del mundo es que el aún aspirante a la candidatura del Partido Republicano, Donald Trump, gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Señaló que Trump ha comentado que utilizaría las remesas de los mexicanos en Estados Unidos para construir un muro en la frontera con México, lo que implicaría tomar la mitad de las remesas anuales que llegan al país, lo que bajaría drásticamente el consumo aquí.
Además, si cumpliera la amenaza de retomar el tema del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, y poner impuestos de 30 por ciento a los productos mexicanos de exportación, llevaría a la economía mexicana a una recesión similar a la de 1995.
Sobre las medidas de apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex), opinó que al gobierno federal "no le quedaba de otra", pero también la empresa petrolera tendrá que reestructurarse y despedir al menos a 10 mil empleados, lo que se resentirá en los estados petroleros, donde ya hay migración.
Consideró que sin esta capitalización y un impago de Pemex, de inmediato se hubiera visto reflejada en baja en la calificación crediticia de México, por lo cual estas medidas de apoyo "dentro de los males fue el menor" (con información de Notimex).