Impulsa Macri un acuerdo con los “fondos buitre” por 4,653 mdd, el cual debe ser aprobado por el Congreso de Argentina; el monto equivale a 75% de lo que ese país adeuda y podría poner fin a 14 años de litigio de ese país con sus acreedores.
El gobierno argentino, que encabeza Mauricio Macri llegó a un principio de acuerdo con sus principales acreedores, los “holdouts” o “fondos buitre” (como les llamaba la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner).
El posible acuerdo se da tras una disputa judicial que duró 14 años (los dos gobiernos kirchneristas), desde el impago de deuda que hizo Argentina tras la crisis de 2001.
El acuerdo representa el 75% de la deuda que tiene pendiente el país sudamericano, por lo que Argentina pagará a 4,653 millones de dólares (mdd) a los fondos acreedores.
De acuerdo con lo declarado por Daniel Pollack, el abogado mediador por la corte de Nueva York que lleva el caso de la deuda argentina, el acuerdo es con los 4 principales fondos no reestructurados, entre los que destacan Capital Management, Davidson, Kempner y Bracebridge Capital
"Este es un gigantesco paso adelante en este largo litigio, pero no el paso final", dijo Pollack al informar sobre la negociación.
"El principio de acuerdo está sujeto a la aprobación del Congreso de Argentina y, específicamente, al levantamiento de la Ley Cerrojo y la Ley de Pago Soberano, que fueron puestas en vigor bajo un gobierno anterior y que ahora impiden tales acuerdos", explicó.
Otro de los acreedores, el fondo de inversiones Elliot Management, liderado por Paul Singer, se congratuló por el acuerdo, y expresó su esperanza de que ayude también a la negociación de otros poseedores de deuda soberana de Argentina.
"Estamos contentos de haber llegado a un acuerdo con Argentina. Tenemos esperanza de que las negociaciones finalizadas bajo el auspicio del mediador Daniel Pollack, hayan abierto el camino para que otros demandantes lleguen también a una resolución satisfactoria", dijo Elliot en un comunicado.
El acuerdo le permitiría a Argentina regresar a los mercados internacionales de deuda, una muy buena noticia para el gobierno de Macri, que se enfrenta a fuertes presiones fiscales.
Argentina había ofrecido en 2005 y 2010 dos reestructuraciones de deuda (pagar una parte de lo que debía), que algunos acreedores aceptaron, sin embargo no han podido recibir el pago porque la justicia norteamericana lo impidió hasta que no hubiera un acuerdo con los fondos “holdouts” que no aceptaron las reestructuras (con información de El Financiero).