El gravamen de un peso por litro a las bebidas azucaradas es sólo una herramienta recaudatoria que afectó a las clases bajas, de acuerdo a un estudio del Colmex.
El consumo de refrescos no disminuyó en el país, pese a la aprobación del impuesto de un peso por litro, de acuerdo a un estudio elaborado por el Colegio de México (Colmex).
Sin embargo, el impuesto sí ha servido en sus propósitos recaudatorios, pues le dio al gobierno mexicano un total de 37,699 millones de pesos, desde que entró en vigor, de acuerdo con registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el estudio “Efectos sobre el bienestar de la política de impuestos sobre alimentos y bebidas” que presentó el Colmex, se detalla que el consumo diario de refrescos solo bajó 5.4 mililitros por persona de 2012 a 2014, cifra prácticamente imperceptible.
Y de hecho, el documento revela que el aumento en el precio de estas bebidas disminuyó el poder de compra de las familias mexicanas de menores ingresos, quienes bajaron su poder de compra en un 66%.
“Los impuestos especiales afectan negativamente el nivel de ingreso real y por lo tanto de consumo de alimentos y bebidas que pueden adquirir los consumidores. En este sentido los impuestos representan una pérdida de bienestar”, comentó José Antonio Romero Tellaeche, director del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México.
El estudio además encontró que las personas de más bajos recursos son las que menos disminuyeron su consumo.
“En general entre 2012 y 2014, los estratos de ingreso más bajo presentan menores variaciones en el consumo de refrescos que los estratos más altos.” añadió Romero Tellaeche.
La investigación fue realizada por los académicos: Eneas Caldiño García, Enrique Minor Campa, Carlos Romero Hernández y José Romero Tellaeche, a petición de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac); no obstante, los científicos afirmaron haber hecho su trabajo en total libertad.
El panel de expertos opinó que una de las causas por las que el consumo de este tipo de bebidas no disminuyó, es la falta de acceso a agua potable de calidad para el consumo de las personas.
Por su parte Jorge Terrazas, director de la Anprac, consideró que en 2016 la industria refresquera verá un aumento en el volumen de sus ventas, de 1% aproximadamente.
Opinó que los mexicanos siguen teniendo gusto por las bebidas de alto contenido calórico, ya que el consumo de refrescos light o de nulo contenido calórico, apenas representa el 10% del total de las ventas.
El negocio del agua embotellada sí ha tenido un gran auge, ya que las ventas tienen tasas de crecimiento de dos dígitos, de acuerdo con cifras de la Anprac.
El informe anual Brand Footprint de Kantar Worldpanel, empresa de medición de paneles de consumidores continuos, reveló que en 2015, 99% de los mexicanos compraron alguna de las presentaciones de Coca-Cola. (Con información de Forbes, El Universal y Sin Embargo)