La diva ratificó el acuerdo alcanzado con la Fiscalía, por el que reconoce que defraudó por medio millón de euros a la Hacienda de España en 2010, cantidad que ya devolvió.
Barcelona.- La soprano española Montserrat Caballé ratificó esta semana ante un juez el acuerdo alcanzado el año pasado con la Fiscalía de Delitos Económicos de España, por el que aceptó una condena de medio año de prisión y una multa de 254,231 euros por fraude fiscal.
El delicado estado de salud de la artista, de 82 años, hizo que la declaración judicial la hiciera desde su casa por videoconferencia y a puerta cerrada de la sala.
La reconocida soprano se limitó a ratificar el acuerdo alcanzado con la Fiscalía, por el que reconoce que defraudó medio millón de euros a la Hacienda de España en la declaración del Impuesto de la Renta para Personas Físicas (IRPF) del año 2010, cantidad que devolvió, según fuentes judiciales.
"Sí, ratifico", fueron las únicas palabras que la diva pronunció ante el juez después de que le leyó el convenio acordado en diciembre pasado con la Fiscalía y le preguntó si estaba de acuerdo.
Caballé confirmó así el pacto, a diferencia de lo que ocurrió en mayo pasado, cuando no se presentó al juicio, sin dar explicaciones sobre los motivos de su ausencia y después de que su abogado renunciara a defenderla.
La soprano también declaró desde su casa en la fase de instrucción, cuando el pasado 9 de mayo el juez se desplazó a su domicilio para el interrogatorio debido a su precario estado de salud, por lo que finalmente Caballé será condenada sin haber pisado los juzgados.
En virtud del acuerdo, Montserrat Caballé también queda inhabilitada para el sufragio pasivo y no podrá recibir subvenciones públicas ni gozar de beneficios o incentivos fiscales durante un año y medio.
Gracias a este acuerdo, la diva se benefició de una rebaja sustancial de la condena solicitada inicialmente por la Fiscalía, que le aplicó la atenuante de reparación del daño por haber devuelto a Hacienda los 508,462 euros que la Agencia Tributaria le reclamó por el ejercicio 2010.
La causa contra Caballé fue abierta a partir de una querella de la Fiscalía de Delitos Económicos, que en abril de 2014 la acusó de fraude por no haber presentado ante Hacienda la declaración de la renta de 2010, al alegar falsamente que era residente en Andorra, un pequeño país soberano del suroeste de Europa.
En concreto, la diva no tributó por conciertos realizados en España, Alemania, Suiza, Italia, Lituania, República Checa, Rusia y Ucrania, así como por grabaciones musicales en Moscú, Ginebra y Barcelona, por los que ingresó algo más de 2 millones de euros.
De los 2 millones de euros que ganó ese año, a 1.5 millones el gobierno le tenía que descontar el Impuesto de la Renta para Personas Físicas (IRPF, porque 439,612 euros se encontraban exentos de gravamen en España, donde realmente residía y no en Andorra. (Con información de la agencia EFE)