Aunque en la eurozona aseguran que las finanzas de ese país son un riesgo, el gobierno italiano incluyó pero en su presupuesto 2016 beneficios fiscales para empresas, actividades agrícolas, adquisición de la primera vivienda y maquinaria de construcción, entre otros.
Aunque la Comisión Europea advirtió en noviembre que las cuentas de Italia amenazan la estabilidad de la eurozona y pidió control presupuestario, el Senado aprobó los presupuestos generales del primer ministro, Matteo Renzi, que son los más expansivos desde 2001 e incluyen un gran recorte de impuestos.
La deuda pública de Italia es de 133% de su Producto Interno Bruto (PIB), la segunda más alta de la zona euro después de Grecia.
No obstante, se destinarán 30,000 millones de euros a promover el consumo y combatir la desigualdad y la pobreza, tal y como expresó Renzi en marzo, cuando presentó las cuentas de 2016.
Bajarán los impuestos a la primera vivienda, retomando así una de las políticas estrella del ex primer ministro Silvio Berlusconi, con un costo de alrededor de 3,500 millones de euros.
También se reducirán los impuestos que gravan los beneficios de las empresas, a la agricultura y a la maquinaria de construcción.
El IVA se mantendrá con el tipo máximo a 22%, aunque con la intención de poder reducirlo en el futuro.
El gravamen a la televisión pública (canon RAI) disminuirá de 113 euros anuales a 100 euros.
Incentivos para el consumo
Los nuevos presupuestos permitirán que las empresas puedan deducir 140% de los gastos de renovación de instrumentos de trabajo y autorizarán a los ayuntamientos a gastar en escuelas, aceras y carreteras.
Renzi informó que habrá 2,000 millones extra para seguridad y se premiará con un bono de 80 euros mensuales a los policías y militares que afrontan esfuerzos extra después de los atentados de París del 13 de noviembre.
Se incluyen gastos especiales en cultura: 1,000 millones más para este Ministerio, y un bono de 500 euros para gastar en teatros, museos, áreas arqueológicas, exposiciones y libros para jóvenes que cumplan 18 años.
Otros 400 millones se invertirán en cooperación internacional y 600 a combatir la pobreza en Italia.
Los presupuestos menos austeros se deben a que, según Renzi, el país está saliendo de la crisis económica y ya deja ver signos de recuperación.
Prevé que Italia crezca casi el doble el año que viene: de 0.8% del PIB en 2015 a 1.5% en 2016.
Sin embargo, continuarán medidas restrictivas y recorte de gasto público por alrededor de 5,000 millones de euros, sobre todo en gastos administrativos.