Cada año los habitantes de esta región recibían un cheque con dinero proveniente de la venta de petróleo, pero en 2016 el cheque se reducirá a la mitad, dado que el crudo se cotiza en niveles no vistos desde la crisis financiera de 2008.
Cuarenta años pasó el estado de Alaska, en los Estados Unidos, sin cobrar impuesto sobre la renta a sus habitantes; sin embargo, esto llegará a su fin a partir del próximo año debido a la caída en los precios del petróleo.
Aunado a esto, concluirá el programa gubernamental de renta básica que ofrece subsidios, y un cheque anual para cada uno de los habitantes de Alaska.
Esto fue anunciado por el gobernador Bill Walker, al argumentar que las finanzas estatales no cuadran. Pues el estado que él gobierna enfrenta un déficit de 3,600 millones de dólares, lo que en sus palabras los obligará a ahorrar 10 millones de dólares por día
En 2014 el cheque que recibieron todos los alasqueños fue por un monto de 1,884 dólares, cifra que en este año alcanzó los 2,072 dólares.
Este dinero proviene del dividendo resultante de la bonanza de las actividades petroleras que por décadas ha vivido Alaska, pero esta situación cambió drásticamente este año con el desplome del barril de crudo.
Los precios de referencia internacionales del oro negro se mantienen en niveles históricamente bajos, en esta semana llegaron a 40 dólares por barril para el Brent del Mar del Norte y 37 dólares el West Texas Intermediate.
Esto representa un duro golpe para un estado que en sus mejores momentos llegó a financiar el 90% del gasto gubernamental con ingresos provenientes de su extracción.
La situación sería catastrófica si no contara con el fondo permanente que ha acumulado reservas por años, ya que de acuerdo con la calificadora Standard & Poor's, el déficit público representa 55% del gasto total del gobierno.
Es decir, poco más de uno de cada dos dólares que actualmente gasta Alaska, no tiene respaldo fiscal, es por ello que la propuesta del gobierno es cobrar un impuesto a los ingresos del 1.5%.
Con esta medida, se espera recaudar 400 millones de dólares. Además, el cheque anual será reducido a la mitad. El resto del déficit será financiado con el fondo permanente (con información de El Economista de España).