Piden cancelar el fondo de la “corrupción y los moches”
Integrantes de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) manifestaron su malestar ante el aumento del presupuesto del Poder Legislativo y los recortes al campo.
Enrique Peña Nieto debe vetar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016, para desaparecer el “Fondo de la corrupción y de los moches”, pidió José Narro Céspedes, dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA).
Al referirse al Fondo para el fortalecimiento de la infraestructura estatal y municipal, el cual está dotado de un presupuesto de 10,000 millones de pesos (mdp), Narro Céspedes manifestó que de esos recursos 20 millones le fueron otorgados a cada diputado para levantar el dedo y aprobar el presupuesto.
En noviembre de 2013 iniciaron los escándalos porque los coordinadores de los diputados del PAN y el PRI, en ese entonces Luis Alberto Villarreal y Manlio Fabio Beltrones, respectivamente, presuntamente estaban cobrando un porcentaje de los recursos a los alcaldes por la entrega de los mismos.
El diputado priista Baltazar Hinojosa, presidente de la Comisión de Presupuesto, dijo la semana pasada que de los 10,000 mdp a cada diputado le corresponden 20 mdp, para que pueda atender exclusivamente a su distrito, de acuerdo a las nuevas reglas de operación.
En conferencia, Narro Céspedes propuso que los recursos asignados al fondo que se otorgó a los diputados se utilicen en salud y educación.
Además, aseguró que el PEF 2016 es un presupuesto inercial que rompe con “el tan cacareado Presupuesto Base Cero, a pesar de que tuvo cambios positivos”.
Alan Cruz Prieto, asesor económico de la CNPA explicó que en el proyecto de presupuesto que entregó Hacienda a la Cámara de Diputados se tenía planteado un recorte presupuestal de 21,168 mdp en el Programa Especial Concurrente (PEC), al pasar de 353,007 millones de pesos en 2015 a 331,839 millones en el proyecto de 2016.
Sin embargo, expuso que gracias a la lucha campesina de las últimas semanas los legisladores realizaron una reasignación de recursos, por lo que el recorte fue menor, con un presupuesto de 352,842 mdp para el PEC en 2016.
Cruz Prieto afirmó que “desde el punto de vista económico, lo que se aprobó no es lo que se necesita, no quedó, por lo menos como 2015, sino que se dio a la baja, cuando el sector campesino es el que más ha hecho por el desarrollo de México”.
“Esta propuesta quedó a deber, porque el presupuesto que aprobaron los diputados tiene incrementos que no se entienden como es el caso del Poder Legislativo que aumentó de manera muy importante”, expresó.
Los integrantes del CNPA coincidieron en que el cambio presupuestal es insuficiente, pues sigue siendo un presupuesto recesivo y asistencialista, que no se enfoca a la producción productiva y no toca los principales problemas del campo, como son los créditos, los costos de los insumos, del diésel y la energía eléctrica.
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