Cada persona que realiza trabajo doméstico y de cuidados no remunerado genera en promedio 28,900 pesos anuales, de acuerdo con el Inegi
Este miércoles se celebra el Día del Internacional del Trabajo no remunerado, que representa el 20.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y equivale a 3,302,737 millones de pesos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, limpiar la casa, lavar y planchar la ropa, preparar los alimentos, cuidar a niños y enfermos es una labor invisible, sin reconocimiento social, con jornadas largas, desvaloradas y ocultas, señaló el organismo en un comunicado.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Inegi, 34% de la población no remunerada participa en cuidados y apoyos; 23.3%, alimentación; 15.6%, limpieza y mantenimiento de vivienda; 12.9%, compras y administraciones del hogar; 8.5%, limpieza y cuidado de la ropa y el calzado, y 5.1%, ayuda a otros hogares y trabajo voluntario.
Según el estudio, cada persona que realizó trabajo doméstico y de cuidados no remunerados generó en promedio 28,900 pesos anuales: el trabajo de las mujeres ascendió a 42,500 pesos, mientras que el de los hombres alcanzó los 13,900.
Del total de horas dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, los hombres contribuyen con 22.8%, mientras que las mujeres realizan el restante 77.2%.
La participación es diferencial, las mujeres dedican más tiempo al cuidado de otros miembros de la familia (20.1 horas a la semana) y a la preparación de alimentos (13.7 horas), mientras que la única actividad donde los hombres destacan es en el mantenimiento y mejoras a la vivienda (1.9 horas).
Recientemente Lorena Cruz, directora del instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres), afirmó que el trabajo de las mujeres en servicios de cuidado a los otros está sumamente desvalorizado, no sólo en el interior de la familia sino también en el plano social, político y económico.
El trabajo del hogar, desafortunadamente, ni siquiera se considera una labor con valor económico y social, sino una obligación casi “natural” de las mujeres, asegura el Inegi.
Contar con los instrumentos estadísticos precisos y sistemáticos que midan el tiempo del trabajo no remunerado permitirá a los gobiernos formular mejores políticas públicas e incorporar estos resultados en las cuentas nacionales, Nieves Rico, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante la Décimo Tercera Reunión Internacional de Especialistas sobre Uso del Tiempo y Trabajo No Remunerado, realizada en México el mes pasado..
El Día del Trabajo Doméstico no remunerado se estableció en 1983, durante el Segundo Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe, realizado en Perú, con el objetivo de reconocer la contribución de las mujeres en los hogares.