Querétaro, ejemplo en el combate a la informalidad
Esta entidad ha hecho esfuerzos planificados para vincular la educación con la oferta laboral existente, como destaca la pujante industria aeronáutica, dice David Kaplan
La industria aeroespacial de Querétaro genera más de 7 mil empleos, según datos de la Secretaría de Economía (SE), y es un ejemplo del éxito de la vinculación entre educación y mercado laboral.
“La formación del capital humano es clave, los mexicanos deben tener las habilidades para competir y conseguir empleos formales”, dijo David Kaplan, especialista en la Unidad de Mercados Laborales y de Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo.
Para satisfacer las necesidades de las empresas del sector, desde 2009 la Universidad Aeronáutica de Querétaro está preparando técnicos e ingenieros capaces de integrarse a este mercado laboral.
Gerardo Vázquez, delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Querétaro, dijo hace unos días que con Bombardier, la Universidad Aeronáutica en Querétaro y la presencia de diversas empresas del sector, la entidad toma el liderazgo produciendo una derrama económica más expandida, incluyendo muchos empleos y buenos salarios.
La formalidad es cara
A pesar de los avances en la creación de empleos, Kaplan afirmó que el costo de la formalidad en México sigue siendo alto y la calidad del trabajo insuficiente.
“La tendencia de los salarios no ha sido favorable y de alguna manera es un reflejo de la prioridad de esos trabajadores, de la calidad o pertenencia, de la formación académica, y posiblemente de los incentivos de las inversiones no tan eficientes de las empresas”, dijo.
En el primer trimestre de 2015, un total de 6.07 millones, de las 49.81 millones de personas ocupadas, trabajaron en condiciones críticas de ocupación, es decir, menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, o más de 35 horas semanales ganando menos del salario mínimo, o más de 48 horas semanales ganando menos de 2 salarios mínimos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De los 49.81 millones de personas que forman parte de la población ocupada, el 62.8 por ciento no tuvo acceso a servicios de salud; 34 millones eran trabajadores subordinados, los cuales por ley deberían de tener acceso a seguridad social, sin embargo, de ellos un 45.5 por ciento no tuvo acceso a servicios de salud, de acuerdo con el INEGI.
Kaplan asegura que en México es necesario revisar el marco regulatorio del sistema de impuestos y seguridad social; que los empresarios tengan los incentivos para que crear un empleo formal sea rentable y beneficioso, tanto para el trabajador como para la empresa.
Las pequeñas empresas son distintas y tienen menor capacidad, pero hay que cuidar que las reducciones de impuestos para las pequeñas empresas no generen un incentivo no deseado, que no quieran crecer porque las grandes tienen mayores costos, señaló Kaplan.
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