La disminución de dictámenes fiscales afecta a contadores, contribuyentes y al SAT
Los contadores certificados para auditar empresas fueron de los más golpeados por la reforma fiscal aprobada a finales de 2013
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) estima que de las 90 mil declaraciones que se venían dictaminando cada año, con la reforma fiscal sólo se dictaminarán alrededor de 40 mil en 2015, sin embargo, la cifra aún podría descender hasta los 30 mil.
Así lo aseguró el presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Leobardo Brizuela, durante la conferencia mensual del instituto.
La disminución, dijo, se debe a que la reforma establece que el monto mínimo de ingresos acumulables que debe de tener el contribuyente para acceder al Dictamen Fiscal es de 100 millones de pesos, por lo que hizo un llamado a la autoridad fiscal para que reconsidere disminuir esa cantidad.
El contador público recordó que cuando les dieron a conocer la eliminación del Dictamen Fiscal en la reforma, el IMCP advirtió que desaparecer esa figura tendría un efecto importante en contra de las finanzas públicas del país.
“Nosotros consideramos que cuando un contador público independiente revisa las cifras fiscales automáticamente detecta alguna situación irregular y ahí se presentan las aclaraciones para pagar cualquier diferencia”, expresó.
Antes, agregó, el contador público era como un filtro con el que el contribuyente aclaraba su situación, sin embargo, ahora las personas están más expuestas porque el SAT toca directamente la puerta del contribuyente.
En su intervención, el presidente de la comisión fiscal del IMCP, José Antonio de Anda Turati, explicó que hasta el año pasado había un fedatario público independiente que externaba su opinión respecto al cumplimiento de obligaciones fiscales de los contribuyentes. Ese fedatario es el contador público certificado.
A partir del 2015, reiteró, el Dictamen Fiscal, para los contribuyentes que declaren menos de 100 millones de pesos anuales, no es obligatorio, es opcional, y no hay un ánimo de los contribuyentes en dictaminarse.
“Porque si no están obligados y no hay seguridad de que la autoridad fiscal va a realizar una revisión secuencial, y va a llegar directamente con el contribuyente, para que lo harían”, expuso.
Esto no sólo afecta a la autoridad fiscal y a los contribuyentes al momento de cumplir con las obligaciones fiscales, también tuvo un impacto negativo en el gremio de los contadores.
“La reforma fiscal afectó durísimo a nuestra área”, manifestó en entrevista Diana Orantes Manzo, contadora pública con registro en la Administración General de Auditoría Fiscal Federal (AGAFF), autoridad fiscal del SAT, para emitir dictámenes fiscales de las empresas.
En el despacho contable en el que trabaja Diana Orantes despidieron a 15 de sus colegas con la entrada en vigor de la reforma fiscal.
“Con la reforma fiscal truenan el dictamen fiscal, hay despachos que se dedican a eso, con 30 personas dedicadas a eso, les quitas su fuente de trabajo. Nosotros despedimos a 15 personas el año pasado. Aquí estaba lleno de gente”, externó.
La dictaminación, dijo, es una herramienta de fiscalización con la que los contribuyentes contratan a un auditor para realizar el Dictamen Fiscal, “así el SAT no te llega por sorpresa: primero le pregunta a tu auditor, y si no le convence te audita. Funcionó padrísimo”.
Diana Orantes, indicó que ahora los contadores tienen que buscar alternativas para continuar con los despachos, porque son pocos los clientes que rebasan los 100 millones de pesos y tienen que recuperar esa área de trabajo, lo que implica en ocasiones disminuir los honorarios.
“Buscas alternativas. Ya no le voy a presentar un informe al SAT, pero les hago el mismo trabajo. Tienes que disminuir honorarios. Lo logras con empresarios responsables. Otros dicen ‘ya me ahorre el costo de una auditoría’”, recordó.
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