Durante el 2014, el consumo de bebidas habría caído 6% en promedio en el país y 9% entre la población más pobre, de acuerdo con El poder del consumidor
El consumo de bebidas azucaradas en México se redujo 6% en promedio durante 2014, gracias al aumento del Impuesto Especial de Producción y Servicios (IEPS) de 1 peso por litro, según un estudio realizado por el Centro de Población de Carolina del Norte y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
De acuerdo con la institución, la reducción en el consumo fue en aumento durante el año hasta alcanzar un 12% en diciembre en todos los niveles socioeconómicos, y con un mayor efecto en el estrato más bajo, con una disminución en el consumo de 9% en promedio.
En el caso de las familias más pobres, durante los últimos meses de 2014 el consumo de refrescos bajó en 17% hacia el final del año, debido a que ya no les fue posible adquirir este producto, agregó Alejandro Calvillo, director del Poder del Consumidor.
“Nos preocupa el sector socioeconómico más bajo porque ahí es donde las enfermedades se vuelvan más catastróficas, la detección de diabetes es más fácil en una familia de clase media o clase alta, que una familia pobre”, explicó.
Organismos como el INSP y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirman que para reducir más el consumo el IEPS debe ser del 20%.
Calvillo indicó que es necesario analizar cómo el impuesto está afectando a los grandes consumidores, y por nivel socioeconómico, ya que hay personas que tienen una dependencia por el azúcar y les cuesta dejar de consumir el producto aunque suba de precio.
Y aunque el consumo de bebidas sin el IEPS aumentó 4% en promedio en 2014, especialmente el agua embotellada, la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) recomendó eliminar el IVA del agua en envases menores de 10 litros. El consumo de agua reduce el riesgo de sufrir sobrepeso, obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
“Que tomar refresco sea visto como un lujo y que haya una política de poner filtros de agua en casa, que a la larga es más barato que comprar garrafones”, agregó Calvillo.
Sabor amargo en la salud y la economía
El consumo de bebidas azucaradas contribuye al sobrepeso y la obesidad (SPyO), que es el principal factor de riesgo de discapacidad y muerte para los mexicanos, según el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO).
De acuerdo con cifras del instituto, una persona que vive con diabetes complicada gasta un promedio de 65 mil 896 pesos al año en tratamiento médico.
Además cada año se pierden más de 400 millones de horas laborables por diabetes asociada al SPyO, lo que equivale a 184,851 empleos de tiempo completo. Esto a su vez representa el 32% de los empleos formales creados en 2014, informó el IMCO.
IEPS recaudado no se invierte en salud
Durante el año pasado se recaudaron 18 mil millones de pesos de IEPS de bebidas azucaradas para la prevención de la obesidad y sus enfermedades asociadas, pero, según la ASA, estos recursos no se han aplicado en el combate a la obesidad.
“En la Ley de ingresos de 2014 y de 2015 se estableció que el dinero que entrara por el impuesto una cantidad similar tendría que ir para bebederos y prevención de enfermedades, pero cuando hicieron la Ley de egresos ahí no están en los recursos”, afirmó Calvillo.
En este año se estima que se destine sólo alrededor del 10% de lo recaudado, que incluye un millón 350 mil pesos para bebederos en las escuelas que no han sido instalados, informó Luis Manuel Encarnación, coordinador de la coalición ContraPESO.
Los miembros de la ASA exigieron al gobierno un paquete de políticas integrales, las cuales incluyen la regulación efectiva de la venta de alimentos y bebidas no saludables en las escuelas.
Bimbo disminuye azúcar en sus productos
En 2014 entró en vigor una reforma fiscal que impuso un impuesto de 8% sobre los alimentos empacados con alto contenido calórico.
Recientemente, Grupo Bimbo informó que reducirá el contenido de azúcar de algunos de sus productos entre un 5 y 35 %, incorporando Stevia.
Dado que el límite es de 275 calorías por cada 100 gramos, al bajar el azúcar es probable que algunos productos de dicha marca estén por debajo de lo establecido y no paguen el impuesto, afirmó Calvillo.
La sustitución de azúcar impactará a cerca de 35% de los productos ofrecidos por la empresa, aunque eso no necesariamente implica que dejen de pagar el impuesto calórico, dijo René Martínez-Sourvervielle, director de asuntos corporativos de la empresa.
“Bimbo había venido trabajando desde hace mucho tiempo para la incorporación de harinas integrales y ciertos nutrimentos así como incremento de fibra y eso hace que una parte importante no esté gravada. Pero hay categorías que son más sensibles”, dijo.