el Contribuyente

Evasor de impuestos hunde a funcionarios de la FIFA involucrados en corrupción

Aprehenden a figuras de la federación futbolística acusadas por el gobierno de EUA de lavar dinero e incurrir en actos de corrupción en la adjudicación de las dos próximas copas mundiales


La policía suiza arrestó a siete de las figuras más poderosas del fútbol mundial, entre ellas cinco dirigentes latinoamericanos, y anunció una investigación criminal sobre la adjudicación de las dos próximas Copas del Mundo, sembrando confusión en la dirección del deporte más popular del mundo.

Lo anterior, debido a que el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó hoy cargos contra una supuesta red de delincuencia organizada y corrupción conformada por 14 individuos, pertenecientes o relacionados con la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA).

La acusación, develada en una corte del condado de Brooklyn, en Nueva York, por la procuradora general, Loretta Lynch, indicó que los cargos incluyen además fraude electrónico y conspiración para lavar dinero, entre otros delitos derivados de un esquema que duró 24 años.

Quien habría brindado la información para construir el caso es Chuck Blazer, quien en el pasado fue el hombre más poderoso del fútbol estadounidense y es un informante secreto del FBI cuya misión era espiar a la FIFA.

Blazer, en la actualidad enfermo de cáncer, grabó conversaciones con funcionarios durante los Juegos Olímpicos de Londres-2012. El FBI consiguió la cooperación de Blazer al descubrir que debía millones de dólares en impuestos de la época en que  era uno de los dirigente de la Concacaf, el organismo que regula el fútbol en esta región.

 

Los cargos

A los detenidos se les acusa de haber otorgado más de 150 millones de dólares en sobornos y pagos indebidos para obtener derechos de medios y de mercadotecnia de los torneos.

“La acusación presume corrupción extendida y sistémica, enraizada de manera profunda tanto en el extranjero como aquí en Estados Unidos”, expresó Lynch.

Entre los 14 acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, siete funcionarios de la FIFA fueron arrestados en Zurich, incluyendo al vicepresidente Jeffrey Webb.

Además, se incluyen acusaciones en contra de dos vicepresidentes de la FIFA y de la Confederación Norte, Centroamérica y del Caribe de Futbol (Concacaf), así como funcionarios de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) y ejecutivos de empresas relacionadas a estos organismos.

El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, no figura en la lista de acusados o detenidos pero sí a varios justo debajo de él en la jerarquía del órgano deportivo más rico y poderoso del mundo.

Siete arrestos se realizaron ya en Suiza, sede de la FIFA; además de que cuatro individuos, directivos de las asociaciones de futbol o empresarios relacionados, así como dos acusados corporativos, ya entraron a un acuerdo de culpabilidad.

 

Rusia y Qatar están aseguradas: FIFA

En medio de la conmoción por el escándalo de corrupción, el organismo rector del fútbol mundial describió la detención de seis de sus principales figuras por acusaciones de soborno como un “momento difícil”, pero dijo que su presidente, Joseph Blatter, no renunciará y que las próximas Copas del Mundo seguirá adelante en Rusia y Qatar.

“Sin duda, es un momento difícil para nosotros”, dijo el portavoz Walter De Gregorio. “Es un momento duro para nosotros. Pero esto es bueno para la FIFA. Confirma que vamos por el camino correcto. Duele. No es fácil. Pero es el camino correcto a seguir”, agregó.

De Gregorio agregó que la elección del presidente de la FIFA, donde se espera que Blatter obtenga un quinto mandato, procederá esta semana como estaba previsto, diciendo que los arrestos no están relacionados con la votación.

Sobre el impacto anímico que ha tenido el dirigente de la FIFA a esta operación policial y el nuevo escándalo, el portavoz del organismo admitió que no está contento, pero que tampoco está preocupado. “No está bailando en su despacho, pero está muy tranquilo, ve lo que pasa, coopera con todos. No es un hombre feliz en este momento y diciendo que todo es estupendo, pero está tranquilo”, subrayó.

Corrupción arraigada

En su primer caso de alto perfil desde que asumiera el mes pasado su puesto como procuradora general, Lynch destacó que la supuesta red criminal se extendió “al menos a dos generaciones de directivos de futbol”, que han abusado sus posiciones para enriquecerse de manera ilegal.

“Han dañado profundamente a una multitud de víctimas, desde las ligas juveniles en los países en desarrollo que debían beneficiarse de los ingresos generados por los derechos comerciales que ostentan estas organizaciones, hasta los seguidores en casa y el mundo, cuyo apoyo da valor a estos derechos”, dijo.

Por su parte, James Comey, director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) explicó que en la acusación refiere que los implicados “promovían una cultura de corrupción y codicia que creó un campo de juego dispar para el mayor deporte en el mundo”.

“Los pagos ilegales y clandestinos de dádivas y sobornos se convirtieron en una forma de hacer negocios en la FIFA”, agregó.

La lista de acusados

Los funcionarios o ex funcionarios son Jeffrey Webb, presidente de la Concacaf, de las Islas Caimán; Eduardo Li, presidente de la Federación de Futbol de Costa Rica y miembro de la Concacaf; el nicaragüense Julio Rocha, expresidente de la Unión Centroamericana de Futbol (Uncaf).

Además, el británico Costas Takkas, agregado de la Concacaf; el trinitario Jack Warner, exvicepresidente de la FIFA y miembro de la Concacaf; el uruguayo Eugenio Figueredo: actual vicepresidente de la FIFA.

El venezolano Rafael Esquivel, miembro de la Conmebol; el brasileño José María Marín, de la comisión organizadora de la FIFA; y el paraguayo Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol.

Los cuatro directivos de empresas son el argentino Alejandro Burzaco, de Torneos y Competencias; el estadunidense Aaron Davidson, de Traffic Sports USA; y los argentinos Hugo y Mariano Jinkis, de Full Play Group.

Asimismo, se presentaron cargos contra el brasileño José Margulies, que se desempeña en las empresas de medios de información Valente Corp y que aparentemente facilitaba los esquemas de pagos ilícitos a los funcionarios acusados.

Los cuatro individuos que entraron a un acuerdo de culpabilidad son el estadunidenses Charles Blazer, exdirectivo de la Concacaf; el empresario brasileño José Hawilla y los trinitarios Daryan y Daryl Warner, hijos del expresidente de la Concacaf (con información de El semanario y AFP).

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